martes, 31 de agosto de 2010

Tómate tu tiempo

Todo tiene su momento,
y cada cosa su tiempo bajo el cielo...
(Dios) todo lo hizo hermoso a su tiempo,
e hizo reflexionar al hombre sobre la eternidad...
(Ecl 3,1.9.11).


Tómate tiempo para pensar; es la fuente de la vida.
Tómate tiempo para jugar; es el secreto de la eterna juventud.
Tómate tiempo para leer; es la fuente de la sabiduría.
Tómate tiempo para orar; es la fuerza mayor aquí en la tierra.
Tómate tiempo para amar y ser amado; es un privilegio dado por Dios.
Tómate tiempo para ser amigo; es el camino de la felicidad
Tómate tiempo para reír; es la música del alma.

lunes, 30 de agosto de 2010

LOS TRES ÚLTIMOS DESEOS DE ALEJANDRO EL GRANDE

Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro Magno convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:

1 - Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los mejores médicos de la época.

2 - Que los tesoros que había conquistado (plata, oro, piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba, y...

3 - Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.


Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro cuáles eran sus razones. Alejandro le explicó:

1 - Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos NO tienen, ante la muerte, el poder de curar.

2 - Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.
3 - Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos, cuando se nos termina el más valioso tesoro: el tiempo.


Así que al morir, recuerda que nada material te llevas, sólo las buenas acciones son una especie de cheques de viajero.


Y porque la vida es corta:
rompe reglas,
asómbrate de todo,
perdona rápidamente,
besa demoradamente,
ama verdaderamente,
ríe incontrolablemente y
nunca dejes de sonreír por más extraño que sea el motivo.
La vida no puede ser la fiesta que esperábamos, pero en cuanto estamos aquí, debemos vivirla, sonreír y dar las gracias.





viernes, 27 de agosto de 2010

sábado, 14 de agosto de 2010

Enséñame a ser buen amigo

Quiero ser buen amigo, Jesús,
enséñame a buscar
el bien de mis amigos
antes que el mío propio,
enséñame a compartir
y buscar siempre lo mejor para todos.
Que no me pelee
ni me enoje con mis amigos.
Que acepte con humildad
sus consejos y sus palabras.
Que siempre tenga una sonrisa
y las manos abiertas.
Que sepa perdonar
y pedir perdón.
Ayúdame a ser buena compañia
y a llevar esperanza.
Quiero ser tan buen amigo
como tú lo eres conmigo.




Enséñame a rezar

Jesús, maestro y amigo.
Me gusta charlar contigo,
decirte mis cosas,
contarte lo que me pasa,
pedirte consejos
o, simplemente, cantarte un rato.
Enséñame a rezar,
con ganas y entusiasmo,
todos las mañanas,
todas las noches.
Que no me olvide
de hablarte un momento
cada día,
para encontrarme contigo,
pedirte por mi familia,
darte gracias por la vida
y decirte
que te siento cerca mío,
caminando a mi lado siempre.

También en vacaciones

Durante el año estamos llenos de quehaceres,
 agobios, prisas, tareas, exámenes, extraescolares…
Necesitamos el reposo y descanso.
Necesitamos la paz y el diálogo.
Necesitamos el encuentro y la amistad.
Necesitamos descansar. Necesitamos las vacaciones.
Bendice, Señor, nuestras vacaciones.
Ayúdanos a que sean tiempo de felicidad
para la vida en familia,
para el encuentro con nosotros mismos
y con los demás,
para la brisa suave de la amistad y del diálogo,
para el ejercicio  que es tan bueno para el cuerpo,
para la lectura que siempre enriquece,
para conocer nuevos sitios
que siempre abren horizontes,
para la fiesta auténtica que alegra el corazón.
Acompáñame Jesús.
Te necesito, también en vacaciones.

viernes, 13 de agosto de 2010

lunes, 9 de agosto de 2010

Con Dios en bicicleta


Al principio veía a Dios como el que me observaba, como un juez que llevaba cuenta de lo que hacía mal, como para ver si merecía el cielo o el infierno cuando muriera.
Pasaron los años, y me hablaron de que sin dejar de ser Dios, era también mi Padre, un Padre infinitamente misericordioso que me había amado ya desde antes de la creación del mundo y seguía amándome, que en Él vivía, me movía y existía y que siempre estaba a mi lado.
Y empecé a amarle. Y de repente, empecé a sentir mi vida como si fuera un viaje en bicicleta, pero ¡era una bici de dos!, y noté que Dios viajaba conmigo y me ayudaba a "pedalear".
No se como, ni sé cuando sucedió que Él me sugirió que cambiáramos los lugares, lo que sí sé, es que mi vida no ha sido la misma desde entonces.
No confié mucho en Él al principio, me costó mucho darle el control de mi vida. Pensé que la echaría a perder, porqué yo sabía muy bien donde iba, ya tenía el camino y la meta fijados, aunque todo fuera un tanto aburrido y predecible, incluso las caídas. Sin embargo, cuando Él tomó el mando; me olvidé de mi "aburrida" vida y mi vida se convirtió en una aventura. ¡Mi vida con Dios empezó a ser y sigue siendo muy asombrosa y emocionante!
Me di cuenta que Él conocía cosas que yo no sabía acerca de andar en bici, Él conocía secretos... Sabía como doblar para dar vueltas cerradas, brincar para evitar obstáculos llenos de piedras, buscar senderos abiertos en los que su compañía se hacía "luz" cuando en mi vida se hacia de noche y habían desaparecido la luna y las estrellas, incluso sabía "volar" para no caer en precipicios. El conocía caminos diferentes con paisajes hermosísimos, a través de montañas y de valles, y bordeábamos ríos y atravesábamos pueblos y con velocidades increíbles. Lo único que yo podía hacer era sostenerme; aunque pareciera una locura.
Y cuando le decía "estoy asustado", Él se inclinaba un poco para atrás y por unos segundos cogía mi mano y mi temor desaparecía. Y cuando le decía: "estoy cansado"; o me preocupaba y ansiosamente le preguntaba: "¿a dónde me llevas?..." Él giraba un poco la cabeza, y escuchaba su voz llena de ternura que me decía: "PEDALEA Y CONFÍA EN MI...".
Así que comencé a confiar en Él.
Él me llevó a conocer lugares desolados, donde reinaba el hambre, la pobreza, la enfermedad, la injusticia, y también me llevó a conocer gente con un corazón lleno de dones, lleno de amor, de generosidad, de justicia, de alegría y de paz. Ellos me dieron esos dones para llevarlos en mi viaje; nuestro viaje: de Dios y mío. Y Él me dijo: "Comparte estos dones, dalos a la gente, son sobrepeso, mucho peso extra, así te irás pareciendo a mí, que todo cuanto tengo os lo he dado y el viaje se nos hará más ' ligero' ". Y así lo hice con la gente que ibamos conociendo. Y allá íbamos una y otra vez, Él y yo...
... ahora ya no le digo nada; estoy aprendiendo a "pedalear" con otro ritmo, por los más "extraños lugares", estoy aprendiendo a callar y a disfrutar de la vista de este paisaje nuevo y de la suave brisa en mi cara. Y sobre todo estoy aprendiendo a gozar de la increíble y deliciosa compañía de mi Dios.
Se que Él lleva la bici y confío del todo en Él.
Solo le digo de vez en cuando que estoy "cansado", porque me gusta verle girar ligeramente la cabeza hacia mi y escuchar como me dice, con una ternura inefable: "ÁNIMO, ¡PEDALEA! Y CONFÍA EN MI, YO TE LLEVO"...

El Alpinista



Cuentan que un alpinista se preparó durante varios años para conquistar el Aconcagua. Su desesperación por proeza era tal que, conociendo todos los riesgos, inició su travesía sin compañeros, en busca de la gloria sólo para él.
Empezó a subir y el día fue avanzando, se fue haciendo tarde y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo para llegar a la cima ese mismo día. Pronto oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña y ya no se podía ver absolutamente nada.Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a unos cien metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires. 
Caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y tenía la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de su vida, pensaba que iba a morir, pero de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos...
Como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.
En esos momentos de quietud, suspendido por los aires sin ver absolutamente nada en medio de la terrible oscuridad, no le quedo más que gritar: "¡Ayúdame Dios mío, ayúdame Dios mío!".
De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó:
"¿Qué quieres que haga?"
Él respondió: "Sálvame, Dios mío".
Dios le preguntó: "¿Realmente crees que yo te puedo salvar?"
"Por supuesto, Dios mío", respondió.
"Entonces, corta la cuerda que te sostiene", dijo Dios.
Siguió un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y se puso a pensar sobre la propuesta de Dios...
Al día siguiente, el equipo de rescate que llegó en su búsqueda, lo encontró muerto, congelado, agarrado con fuerza, con las dos manos a la cuerda, colgado a sólo DOS METROS DEL SUELO...
El alpinista no fue capaz de cortar la cuerda y simplemente, confiar en Dios.

Mamá

Cuenta una leyenda de un angelito que estaba en el cielo, le tocó su turno de nacer como niño y le dijo un día a Dios:
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra. ¿Pero, cómo vivir? tan pequeño e indefenso como soy.
- Entre muchos ángeles escogí uno para tí, que te está esperando y que te cuidará.
- Pero dime, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.
- Tu ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.
-¿Y cómo entender lo que la gente me hable, si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y con cariño te enseñará a hablar.
-¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te juntará las manitas te enseñará a orar y podrás hablarme.
- He oído que en la tierra hay hombres malos. ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá más aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso repetía con lágrimas en sus ojitos sollozando.
-¡Dios mío, si ya me voy dime su nombre!. ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa, tu le dirás: Mamá

miércoles, 4 de agosto de 2010

Y el séptimo día Dios creó las vacaciones...

Cuando en el día primero Dios creó el cielo y la tierra el hombre empezó a comprender que solo Alguien que les amara mucho podía realizar semejante obra.

Al siguiente día cuando Dios llenó la tierra de semillas y frutales el hombre quedó absorto al contemplar las maravillas de su Creador.

Todo iba viento en popa y el día tercero creó Dios el día y la noche para poder compaginar el trabajo con el descanso; el hombre lo entendió y aplaudió el buen hacer de su Señor.

El día cuarto una multitud de aves aparecieron en el cielo y miles y miles de peces llenaron las aguas marinas; el hombre se sobresaltó, pero la sonrisa de su Creador les hizo entender que nada, nada de lo que Dios creara podía ser malo.

Cuando en el día quinto Dios llenó la Tierra de ganados, reptiles y bestias salvajes, el hombre se adelantó a su Señor con una mirada llena de ternura, confianza y agradecimiento.

Había llegado el momento.., Dios que tenía preparada su gran obra se moría de ganas.., por lo que no aguantó más: sacó fuera a los hombres regalándoles dos maravillosos prodigios: todo lo creado y su amor que permanecería por siempre con ellos. El hombre prometió a cambio que cuidaría la tierra, la compartiría con sus hermanos y haría de todo lo creado una continua alabanza a su Creador.

Y así fue.., y Dios orgulloso de su obra dedicó el día séptimo a descansar.. y creó las vacaciones y el tiempo libre.., de esta manera -pensaba- el hombre dedicaría más tiempo a sus hermanos, a su familia, haría cosas que en otros momentos serían incompatibles con sus dedicaciones..; y sobre todo en este tiempo el hombre podría amar, amar descansando o, ¡qué lo mismo daba!, descansar amando. Dios sabía muy bien que amando se desterraba todo tipo de aburrimiento; y entonces el hombre... el hombre no se percató de lo último que le regalaba su Creador.

José Mª Escudero en MISIÓN JOVEN

Las bolsas de los supermercados

martes, 3 de agosto de 2010

Los animales salvan el planeta

Hay unos videos MUY RECOMENDABLES para todos los públicos sobre pequeños hábitos para cuidar nuestro planeta. Son pequeños anuncios de menos de un minuto que elaboró Discovery Channel  (podeis verlo en el link:
 http://www.tudiscovery.com/descubreelverde/animales_salvan_planeta/_home/index04.shtml )

Aún así, iremos colgando cada uno de los videos que podeis descargar en youtube.
Pueden ser muy útiles para trabajar con ellos, y si no, al menos para pasar un rato divertido...
Aquí va el primero de ellos, sobre las pobres anguilas...
Que los disfrutéis!!!